Las compresas higiénicas pueden servir para algo más que para lo que están pensadas.
Estos productos le ayudarán en muchos casos y se convertirán en una auténtica varita mágica.
Si se abastece de paquetes económicos, las compresas pueden utilizarse periódicamente en el hogar.
Por ejemplo, resultan muy útiles cuando hay que recoger pequeños restos del suelo.
Un sencillo truco de vida: para evitar tocar el suelo y ensuciarse las manos, péguese una almohadilla al pie a modo de ‘poloter’.
Y si derramas algo en el suelo o en la mesa, la almohadilla es ideal para absorber toda la humedad, apunta New Hearth.
Antes se supo por qué una mujer lleva la almohadilla pegada a la cara.
Mientras tanto, la psicóloga contó cómo establecer una relación con un hijo adulto en verano.
